Qué calor! un helado, por favor.

El jueves pasado se presentaba en el  Museo Aquagraria, Constelación Cinco villas, un proyecto que ha unido a las empresas Anea Tiempo libre y Qeteo. Tras la exposición del tema en el salón de actos, los asistentes debían pasar a tomar un típico "vino español" como manda la tradición en estos casos. Se les ocurrió que debía ser algo diferente y me consultaron, yo hice una ecuación muy rápida; 7.30 de la tarde con 38º y un bochorno que no invitaba a una copita de reserva del tiempo. Así que el resultado debía dar la palabra Helado

Desde hace unos veinte años disfrutamos en Ejea de los helados artesanos de Heladería Artecass, cien por cien naturales, hechos artesanalmente. Tenía claro que con el esfuerzo que supone un montaje así el helado tenía que ser de primera calidad, y lo fue.

El museo, está dedicado a la maquinaria agrícola y el agua así que mis adoradas cajas de madera no podían faltar en el montaje de la mesa, que por otra parte, la cantidad de copas que necesitaba poner no dejaba mucho espacio para la decoración. Me decidí por unas latas grandes, pintadas en blanco, para poner unos pequeños girasoles con unas hojas de parra y por una ventana de madera antigua cuyos cristales pinté a modo de cartel con los nombres de los helados. Una decoración de lo mas sencilla que no restaba protagonismo  a los helados y granizados.

Aunque el trabajo de preparación para que todo estuviese en su punto fue costoso, el resultado mereció la pena; el buffet quedó muy bien, los helados estaban en su punto y con el calor que hacía los asistentes lo agradecieron.

Así que, gracias a la organización por contar conmigo y darme libertad absoluta.

Y a vosotr@s, novi@s que estáis organizando vuestra boda, ¿qué os parece la idea? Sería el broche perfecto para una celebración de verano.